La realidad (deseada) incierta (XVI): Las novias de Dracula y Dracula, principe de las tinieblas
La primera aparición de Dracula en 'Dracula'(1958) era la de una figura en sombras...La sombra que Harker, a punto de casarse con Mina, debe erradicar de su mente, la sombra del deseo...Fracasa en su intento, pero sí elimina a la 'novia' de Dracula (¿encarnación del deseo de Mina al teme liberado?)...Y recordemos aquella secuencia, ya analizada en otra entrada, en la que Dracula se convertía en materialización del deseo de Mina, el cuerpo que hacía de la ausencia presencia, convertiéndose en 'aparición' en el umbral la puerta del jardín, antes vacia, ese 'afuera' que se invoca y al que acude ahora la sombra ya encarnada...Cuando Mina, ya convertida en vampira, es 'penetrada' por la estaca de Van Helsing, sentimos su golpe, gracias a un brusco corte de plano, en el cuerpo de su hermano...Miedos y deseos...Presencias y ausencias...En 'Dracula, principe de las tinieblas' (1965), y 'Las novias de dracula' (1960), ambasm también, de Terence Fisher, nos encontramos con variaciones, sino ahondamientos, en estas ideas...
En la segunda, de nuevo, es en sombras la primera aparición del vampiro, en este caso la del Baron Meinster (David Peel), una figura, además, encaramada a una balaustrada, mirando hacia el oscuro abismo...Una 'visión', de claro componente romántico (evoquemos aquel cuadro de Friederich) filtrada por la mirada de Marianne (Ivonne Moniaur), quien, no iba a ser menos, se sentirá intrigada por esa figura, que está en el 'otro' lado de la mansión, a la que se accede por 'otra' entrada, y al que descubrirá encandenado...Una larga cadena, que tiene enganchada en su pie, tiene coartado sus movimientos...Por supuesto, Marianne lo liberará... Recordemos cómo Marianne ha llegado hasta ahí...Las primeras secuencias nos muestran a una calesa que surca el bosque a gran velocidad (¿el anhelo del deseo?)...una febrilidad casi al borde del desbocamiento que preocupa a la pasajera, Marianne, que se dirige a un colegio de chicas para trabajar como profesora (se deduce en ello que es su primera salida al 'mundo')...La calesa se detiene, porque el conductor ha creído que un 'cuerpo' se encuentra en mitad del camino...Pero no, es un tronco...Hay un anhelo de que el cuerpo se materialice...Marianne es invitada por la misteriosa anciana baronesa Meinster su mansión, para pasar la noche (tras que un lacayo haya sobornado al conductor para que la deje sola en el pueblo), pese al miedo que muestran los pueblerinos a que eso ocurra, pero nadie se atreve a enfrentarse...Y Marianne ve desde las alturas a aquella figura en sombras y desencadena el instinto...
Un instinto que no tiene límites...El hijo muerde a su madre, y esta será empalada, tras ofrecerse sin resistencia, por Van Helsing en una secuencia que claramente es planificada como un coito...Sólo hace falta ver el gesto risueño de la baronesa tras que la estaca la haya penetrado...Al final, el barón Meinster morderá al mismo Van Helsing, el cual deberá cauterizar la herida con fuego al rojo vivo y agua bautismal...mientras es contemplado por las novias del vampiro (claro que ¿son sólo ellas las 'novias' del ausente Dracula, o el mordisco citado insinúa otras tendencias del barón?)...Incluso, el barón trae a Marianne para que Van Helsing vea cómo la muerde...Más variantes sexuales no puede haber, el instinto desatado no sabe de límites en el júbilo del placer...Las llamas, por ello, queman el deseo liberado, y un aspa de molino en forma de cruz 'aplasta' con su sombra al cuerpo que quiso dejar, precisamente, de ser sombra
En 'Dracula, principe de las tinieblas', Dracula es una presencia que hace su aparición en escasos minutos de la narración, pero su 'ausencia' se palpa desde el primer minuto...¿Es el miedo el que le invoca?...La primera secuencia nos muestra a un sequito funerario, guiado por un sacerdote, que se dispone a usar la estaca en el cuerpo de una joven fallecida...Hace acto de aparición el padre Sandor (Andrew Keir), quien les reprende por su ignorancia, dado que Dracula fue convertido en cenizas diez años atrás ( por Van Helsing, en aquella prodigiosa secuencia en la que se lanza con presteza sobre la mesa y arrancando los cortinajes para que la luz acabe con Dracula)...Pero en el pueblo han aparecido cuatro turistas ingleses, dos parejas, y en donde destaca las diferencias entre Helen (Barbara Shelley) y Charles (Francis Mathews), el segundo tendente al despreocupado dispendio, como el invitar repetidamente a beber a los lugareños, y la primera, de mente más envarada, permanentemente crítica y sancionadora con sus actos...¿Es de extrañar que sea ella la que se convierta en la novia de Dracula?...De nuevo las figuras surgen de la nada, como ese coche de caballos que surge sin conductor, y al que los cuatro se suben, incapaces de controlar las riendas, que les dirige hacia los dominios del conde Dracula...
Ya en el castillo se sorprenden de ver la mesa preparada para cuatro, y sus maletas en las habitaciones, como si les esperaran...Otra vez, la sombra, en este caso, la del criado de Dracula, Klove, surge inquietante...Modélicas esas secuencias en cuanto modulación de la duración de las secuencias interaccionadas con el 'descubrimiento' de un espacio vacio, como si se hubiera accedido a otro mundo, y se fuera 'llenando' progresivamente...Dracula se materializará literalmente, ademas, no por casualidad, gracias a la sangre del marido de Helen...Hay una secuencia que ejemplifica, a través de un brillante uso de las panóramicas, esta tensión entre ausencia y presencias...Sandor acaba de empalar a Helen ya vampira, y la cámara realiza una panóramica a la derecha, hacia la ventana por donde entraron ella y Dracula...
Pocos planos después, Diana (Susan Farmer), la novia de Charles, entra en el despacho, engañada por Ludwig (un trasunto del devorador de insectos Renfield), creyendo que ahi le espera Charles...Pero no es él quien le espera...La cámara, esta vez, panoramiza, en la oscuridad, desde ella hacia la izquierda, hasta encuadrar la puerta que es cerrada con llave por la mano de Dracula (lo primero que hemos visto de él cuando se ha 'materializado' en su ataud, es su mano)...El cual la seduce, hipnótizándola con sus inyectados ojos de sangre (aquí Dracula aún es más presencia 'animal' o visceral, ya que no emite palabra, sólo gruñe cual fiera salvaje) y se rasga el pecho con su uña para que ella beba de él...Dada esa efeverscencia de instinto exultante no es de extrañar que la forma de vencer a Dracula sea propiciando que caiga en las gélidas aguas bajo el hielo...Eso se llama cauterizar, o ducha de agua fria, más coloquialmente hablando...
Fuente: http://elvalledelindio.blogspot.com/
La primera aparición de Dracula en 'Dracula'(1958) era la de una figura en sombras...La sombra que Harker, a punto de casarse con Mina, debe erradicar de su mente, la sombra del deseo...Fracasa en su intento, pero sí elimina a la 'novia' de Dracula (¿encarnación del deseo de Mina al teme liberado?)...Y recordemos aquella secuencia, ya analizada en otra entrada, en la que Dracula se convertía en materialización del deseo de Mina, el cuerpo que hacía de la ausencia presencia, convertiéndose en 'aparición' en el umbral la puerta del jardín, antes vacia, ese 'afuera' que se invoca y al que acude ahora la sombra ya encarnada...Cuando Mina, ya convertida en vampira, es 'penetrada' por la estaca de Van Helsing, sentimos su golpe, gracias a un brusco corte de plano, en el cuerpo de su hermano...Miedos y deseos...Presencias y ausencias...En 'Dracula, principe de las tinieblas' (1965), y 'Las novias de dracula' (1960), ambasm también, de Terence Fisher, nos encontramos con variaciones, sino ahondamientos, en estas ideas...
En la segunda, de nuevo, es en sombras la primera aparición del vampiro, en este caso la del Baron Meinster (David Peel), una figura, además, encaramada a una balaustrada, mirando hacia el oscuro abismo...Una 'visión', de claro componente romántico (evoquemos aquel cuadro de Friederich) filtrada por la mirada de Marianne (Ivonne Moniaur), quien, no iba a ser menos, se sentirá intrigada por esa figura, que está en el 'otro' lado de la mansión, a la que se accede por 'otra' entrada, y al que descubrirá encandenado...Una larga cadena, que tiene enganchada en su pie, tiene coartado sus movimientos...Por supuesto, Marianne lo liberará... Recordemos cómo Marianne ha llegado hasta ahí...Las primeras secuencias nos muestran a una calesa que surca el bosque a gran velocidad (¿el anhelo del deseo?)...una febrilidad casi al borde del desbocamiento que preocupa a la pasajera, Marianne, que se dirige a un colegio de chicas para trabajar como profesora (se deduce en ello que es su primera salida al 'mundo')...La calesa se detiene, porque el conductor ha creído que un 'cuerpo' se encuentra en mitad del camino...Pero no, es un tronco...Hay un anhelo de que el cuerpo se materialice...Marianne es invitada por la misteriosa anciana baronesa Meinster su mansión, para pasar la noche (tras que un lacayo haya sobornado al conductor para que la deje sola en el pueblo), pese al miedo que muestran los pueblerinos a que eso ocurra, pero nadie se atreve a enfrentarse...Y Marianne ve desde las alturas a aquella figura en sombras y desencadena el instinto...
Un instinto que no tiene límites...El hijo muerde a su madre, y esta será empalada, tras ofrecerse sin resistencia, por Van Helsing en una secuencia que claramente es planificada como un coito...Sólo hace falta ver el gesto risueño de la baronesa tras que la estaca la haya penetrado...Al final, el barón Meinster morderá al mismo Van Helsing, el cual deberá cauterizar la herida con fuego al rojo vivo y agua bautismal...mientras es contemplado por las novias del vampiro (claro que ¿son sólo ellas las 'novias' del ausente Dracula, o el mordisco citado insinúa otras tendencias del barón?)...Incluso, el barón trae a Marianne para que Van Helsing vea cómo la muerde...Más variantes sexuales no puede haber, el instinto desatado no sabe de límites en el júbilo del placer...Las llamas, por ello, queman el deseo liberado, y un aspa de molino en forma de cruz 'aplasta' con su sombra al cuerpo que quiso dejar, precisamente, de ser sombra
En 'Dracula, principe de las tinieblas', Dracula es una presencia que hace su aparición en escasos minutos de la narración, pero su 'ausencia' se palpa desde el primer minuto...¿Es el miedo el que le invoca?...La primera secuencia nos muestra a un sequito funerario, guiado por un sacerdote, que se dispone a usar la estaca en el cuerpo de una joven fallecida...Hace acto de aparición el padre Sandor (Andrew Keir), quien les reprende por su ignorancia, dado que Dracula fue convertido en cenizas diez años atrás ( por Van Helsing, en aquella prodigiosa secuencia en la que se lanza con presteza sobre la mesa y arrancando los cortinajes para que la luz acabe con Dracula)...Pero en el pueblo han aparecido cuatro turistas ingleses, dos parejas, y en donde destaca las diferencias entre Helen (Barbara Shelley) y Charles (Francis Mathews), el segundo tendente al despreocupado dispendio, como el invitar repetidamente a beber a los lugareños, y la primera, de mente más envarada, permanentemente crítica y sancionadora con sus actos...¿Es de extrañar que sea ella la que se convierta en la novia de Dracula?...De nuevo las figuras surgen de la nada, como ese coche de caballos que surge sin conductor, y al que los cuatro se suben, incapaces de controlar las riendas, que les dirige hacia los dominios del conde Dracula...
Ya en el castillo se sorprenden de ver la mesa preparada para cuatro, y sus maletas en las habitaciones, como si les esperaran...Otra vez, la sombra, en este caso, la del criado de Dracula, Klove, surge inquietante...Modélicas esas secuencias en cuanto modulación de la duración de las secuencias interaccionadas con el 'descubrimiento' de un espacio vacio, como si se hubiera accedido a otro mundo, y se fuera 'llenando' progresivamente...Dracula se materializará literalmente, ademas, no por casualidad, gracias a la sangre del marido de Helen...Hay una secuencia que ejemplifica, a través de un brillante uso de las panóramicas, esta tensión entre ausencia y presencias...Sandor acaba de empalar a Helen ya vampira, y la cámara realiza una panóramica a la derecha, hacia la ventana por donde entraron ella y Dracula...
Pocos planos después, Diana (Susan Farmer), la novia de Charles, entra en el despacho, engañada por Ludwig (un trasunto del devorador de insectos Renfield), creyendo que ahi le espera Charles...Pero no es él quien le espera...La cámara, esta vez, panoramiza, en la oscuridad, desde ella hacia la izquierda, hasta encuadrar la puerta que es cerrada con llave por la mano de Dracula (lo primero que hemos visto de él cuando se ha 'materializado' en su ataud, es su mano)...El cual la seduce, hipnótizándola con sus inyectados ojos de sangre (aquí Dracula aún es más presencia 'animal' o visceral, ya que no emite palabra, sólo gruñe cual fiera salvaje) y se rasga el pecho con su uña para que ella beba de él...Dada esa efeverscencia de instinto exultante no es de extrañar que la forma de vencer a Dracula sea propiciando que caiga en las gélidas aguas bajo el hielo...Eso se llama cauterizar, o ducha de agua fria, más coloquialmente hablando...
Fuente: http://elvalledelindio.blogspot.com/